Una de las características de los niños superdotados es que duermen poco.
No se refiere a que duerman mal, sino, a que son niños que por su actividad cerebral, sus ganas de hacer, sus mil ideas en la cabeza... les cuesta poner el "off".
Para ellos es díficil conciliar el sueño, pero en cuanto su cabeza dice basta, se duermen tal y como están, sentados en el suelo, el wáter, sobre los juguetes...
¿Que hacer para no perder la paciencia intentando que se vayan a dormir? Una buena solución es dejar que su cerebro se vaya apagando poco a poco, dejándolos en la cama con un cuento, un juguete, pero eso sí, en la cama, poco a poco irá cesando su actividad hasta el punto de quedarse dormidos.
La siesta también es un momento complicado, ya que muchos de ellos al año y medio ya la rechazan, hay que enseñarles a relajarse un ratito aunque no lleguen a dormirse e intentar que se mantengan en silencio (les gusta pensar en voz alta)
Los niños superdotados suelen ser niños madrugadores, de los que se despiertan antes de que cante el gallo, hay que intentar que aprendan a esperar un ratito en la cama, si no es posible les dejaremos jugar un poco en su habitación respetando el sueño del resto de la familia.
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